Hace tres años me jubilaron y lo que viene a continuación es lo que pensaba en aquel momento................
VIENTOS DE OTOÑO
Llegado el otoño de la vida y cuando uno espera el merecido reposo soplan vientos; vientos de otoño que la agitan, como el cierzo agita las hojas, haciendo presagiar su próxima caída.
Uno siempre deja para el que piensa será el otoño de su vida el disfrute del remanso de paz, cometiendo así un error mas, que se añadirá a los ya cometidos, por si estos no fueran bastantes.
La agitada vida no cesa con el otoño, los amores tardíos, la necesidad de ver mas, por barruntar el fin de la vida, en ese invierno que se avecina, la curiosidad que no termina, los hijos que sin descanso van tejiendo su vida, haciéndonos comprender que ellos si tienen futuro, ya que están en la primavera, encarando el largo verano que será su tiempo de adultos.
Soplan vientos de otoño que azotan los amaneceres, en los que uno se queda sentado en el noray del puerto mirando al infinito, recordando pasadas singladuras, que le llevaron por medio mundo, aquel mundo donde todo era nuevo, donde todo era primavera, pese a los fríos y miserias, donde todos los caminos eran llevaderos, por la fuerza inmensa de aquella juventud descarada, inconsciente y llena de ilusiones que hacia despreciar los obstáculos y verlos siempre como algo fácilmente salvable.
Se acabaron los suaves vientos alisios de aquella maravillosa primavera, aquellos tiernos amores, aquellas amistades inquebrantables, de amigos que lo eran para siempre y que en este otoño, ya ni su cara podemos recordar, mas si su amor y amistad.
Se acabó hace poco el largo verano de la vida, su calor duro y a la vez reconfortante, se acabaron las cosechas, los frutos de la mayor parte de la vida están recogidos, solo quedan ya primaveras ajenas, cercanas las unas y muy lejanas las otras, a las que miramos con envidia, dibujándose en nuestra cara una nostálgica sonrisa, por todos aquellos recuerdos que afloran a nuestra cabeza.
Los vientos de otoño, agitan nuestras mañanas, en pequeños trabajos faltos de ansia, moderados y llevaderos, no como en aquellas ya lejanas primaveras, en que el avance se hacía imparable, en que la fuerza de la ignorante juventud, nos convertía en inconscientes toros bravos.
En las tardes ociosas y las largas noches faltas de sueño, soplan vientos...……, vientos de otoño…...., quizás vientos de invierno.
Bande, Octubre de 2.007
Meses después volví a trabajar, el otoño se hace mas llevadero.
Y la primavera, el verano... Y la suerte es que nosotros lo disfrutamos
ResponderEliminarGracias Manolo, asi sea por muchos años.
ResponderEliminarSalud
A lo largo de nuestra vida soplan vientos de otoño que nos agobian y nos martirizan, pero gracias a Dios igual que vienen se van y volvemos a vivir mejores vientos que nos dan calor e ilusión.
ResponderEliminarArriba el ánimo. Un saludo.
Despues de aquello y al volver al trabajo, las cosas van con todos los ánimos arriba.
EliminarSalud