Miliarios
en Lobios (Ourense)
La Vía
XVIII o Vía de Antonino Pío,
discurría de Bracara a Astúrica
(Braga-Astorga). En su camino por Galicia, la vía
cruzaba el parque do Xurés por el valle que forma el río
Caldo, para así́ salvar los posibles desniveles y obstáculos
de la orografía. Estas vías,
eran marcadas con grandes conos de piedras que señalaban
las distancias existentes.
Es esta vía
donde más miliarios se han encontrado de todo el
imperio. Poco después de cruzar la frontera de Portugal por
Portela do Home, encontraremos un lugar donde aún
quedan restos de esta calzada y sobre todo se localizan una gran cantidad de
miliarios apiñados en un zona concreta. No se sabe
realmente el porqué́ de la existencia de estos aquí́,
aunque hay quien cuenta que estos serian
los restos de una cantera donde allí́ mismo se construyeran. Otras teorías
dicen que los miliarios fueron recogidos y reunidos aquí́
en épocas pasadas.
La Vía Nova fue inaugurada por Caio
Calpetano Rantio Quirinal Valerio Festo, y así se hace constar en uno de sus
miliarios fechado en el año 79 d.C. Los miliarios eran una parte fundamental en
todas las vías romanas. Son tratados como documentos de la época, dado que sus
inscripciones contenían numerosa información. En este sentido sorprende
comprobar que a lo largo de la Vía Nova hayan sido encontrados 191 miliarios
anepigráficos de un total de 281, se cree que en estos miliarios la inscripción
estaba pintada con el fin de facilitar los posibles cambios cada vez que un
emperador subía al trono. En aquellos miliarios en los que sí existe
inscripción, podemos encontrar el único miliario (nº 301) que existe en la
península dedicado al impulsor de la Vía Nova, Vespasiano. Así como quince
ejemplares dedicados a sus hijos, Tito y Domiciano, aunque en nuestra zona sólo
se tiene constancia del número 402, encontrado en Chan dos Pasteroques, y en la
actualidad desaparecido. Otro ejemplar digno destacar, es el numero 405
dedicado Flavio Valerio Constantino, el cual está decorado con dos figuras en
forma de tridente y que en la actualidad se encuentra en Chan dos
Pasteroques-Parque do Xures-Lobios.
Un hecho destacable es que los 281
miliarios encontrados la convierten en la actualidad en la vía con más
monumentos descubiertos de todo el Imperio Romano. Aunque en la Baixa Limia
muchos de ellos forman parte de viviendas o cierres de campos, incluso podemos
encontrar uno en la Iglesia de Santa Comba de Bande, dedicado al Emperador
Trajano Adriano y utilizado como pila bautismal. Una buena parte están en
Portela do Home, donde podemos encontrar también un tramo reconstruido de la
Vía Nova.
Don Jaime, ahora te metes en tierras galegas a explorar viejas piedras.
ResponderEliminarEsto me recuerda que todas las carreteras de Europa y de las Islas Británicas están instaladas sobre las viejas CALZADAS creadas por Roma para llevar a sus legiones. Tiene narices.
Lo de los miliarios es muy curioso, tal como cuentas. No tenía ni idea de para qué servían.
Efectivamente Tellagorri, por el sur de Galicia y norte de Portugal de vacaciones, admirando viejas piedras.
EliminarComo bien dices los romanos no hicieron el polikarpio, ni el catalufo, comunicacron toda Europa a traves de sus calzadas que todavía hoy perduran; fueron los primeros en darse cuenta de la bondad de las vías de comunicación y de las grandes posibilidades que ofrecían, para el desplazamiento de tropas, transporte de mercancías y la seguridad, al viajar siempre por los mismos lugares; con lo que resultaba mas fácil proteger los caminos.
Pues yo tampoco tenía ni idea, lo raro es que aún quede alguno y no estén en los chaletes y tenaos de lugareños.
ResponderEliminarSaluditos.
Ps: La letra un poco pequeña para los que tenemos vista cansada.
Me alegro de haber colaborado para que se supiera el fin de los miliarios.
EliminarTambien estan en chaletes y mansiones y no solo miliarios, incluso piedras mas trabajadas, ya que los campamentos fueron expoliados por muchas generaciones.
He cambiado la letra de tamaño, de color y tambien he utilizado otra que espero se lea con mayor facilidad.
Saludos
Ya echabamos en falta tus fotos y disertaciones... Bienvenido
ResponderEliminarGracias Manolo,retomo el curso despues de vacaciones.
ResponderEliminarMe recuerdan esos miliarios a los Juanelos de Turriano, esos cuatro postes cilíndricos de granito que abren el camino a Cuelgamuros y que se suponían que eran contrapesos de una máquina diseñada a instancias de Carlos I para elevar el agua del Tajo a Toledo. Curioso cómo con miles de años de diferencia cosas similares, con usos distintos, pueden dar lugar a increibles disertaciones. Muy acertado.
ResponderEliminarUn saludazo.
Gracias por tu comentario, me llamó la atención las cuatro columnas a la entrada del Valle de los Caídos; ignoraba su procedencia; pero como bien dices con tantos años de diferencia, el hombre siempre utilizó la piedra para obras importantes, fuera para señalizar sus caminos, o para abastecer de agua una ciudad como Toledo.
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